miércoles, enero 18, 2006

El cuento de las flores


Eros
Originally uploaded by drp.
¡Cerrad fronteras! ¡Cerrad compuertas!
Gritaba el vigilante desesperado,
buscando soluciones como un loco
en contra del acceso incontrolado.

Los residentes le aplaudían
porque sólo así controlaría
tantos movimientos ilegales;
la falta de respeto y cortesía.

De mientras, las flores
que pedían entrar al jardín
no se daban cuenta de que se iban
marchitando sus pétalos,
por tanto intento fallido
por tanta verja y alambre.

La comunidad mundial se tapaba
la cara, haciendo que desconocía,
haciéndose la boba,
como si no tuviera cuando no quiere
medios que le comuniquen.

Las flores eran mustias, feas,
envejecidas por tanto sol.
Algunas se morían ante los ojos
de la pasividad del mundo.

Los residentes del jardín justificaban
que no se puede dar cabida a tanta mata,
que no se pueden meter en lo que se haga
en otros jardines.

Así, los derechos universales
que tenían todas las flores
se fueron violando como se viola
a cualquier persona.

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